El duelo interpretativo entre Jonathan Pryce y Anthony Hopkins, como Francisco y Benedicto XVI, ofrece los mejores momentos del filme, que se enfoca especialmente en la figura del argentino Jorge Bergoglio.
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El duelo interpretativo entre Jonathan Pryce y Anthony Hopkins, como Francisco y Benedicto XVI, ofrece los mejores momentos del filme, que se enfoca especialmente en la figura del argentino Jorge Bergoglio.
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