Productividad personal: el valor de un buen consejo



Hace un mes empecé a preparar un proyecto de trabajo para este año que acaba de comenzar. Es algo nuevo para mí, por lo que cada paso que doy me genera muchas dudas. A medida que avanzo con el borrador de la idea y con algunos materiales, se me hace urgente contar con la mirada de otros para saber si es claro, para validar lo que estoy haciendo, para someterlo a una mirada ajena que pueda criticar de manera constructiva y sumar valor desde su perspectiva. Necesito feedback o mejor, necesito un buen consejo.

Al contrario de lo que muchos creemos, pedir feedback sobre lo que hacemos no necesariamente genera un impacto en nuestros actos. Lo que realmente puede cambiar y mejorar lo que hacemos es que nos den un consejo. Esto lo afirma el estudio T he effects of feedback interventions on performance publicado por la American Psychological Association en el Psychological Bulletin. La palabra “feedback” alienta a las personas a pensar dónde están actualmente y a menudo se asocia con la evaluación del rendimiento pasado, y los asesores, quienes brindan ese feedback, no se centran en cómo podemos mejorar a futuro. “Cuando se les pide que proporcionen feedback (versus consejos), se suelen centran demasiado en evaluar al receptor y cómo funcionó en el pasado y no a sus habilidades”, dice el estudio. Como excepción, se aclara que para los principiantes sí puede funcionar bien el feedback, por sobre un consejo.

Para poder escuchar un consejo o sugerencia se necesita humildad, ser permeable y la voluntad de reconocer los posibles puntos de mejora. Puede dar miedo, porque implica aceptar la propia vulnerabilidad: dejar a la vista la herida, incertidumbre o ignorancia.

Pero un buen consejo puede ser transformador, especialmente cuando proviene de alguien que ya estuvo en tu lugar y tuvo éxito. Además, pedir consejo muestra iniciativa y demuestra competencia ante quienes consultamos. “La búsqueda de consejos no solo es beneficiosa por la información nueva que adquirimos, sino que también puede aumentar las percepciones de competencia de quienes piden los consejos y hace que los asesores se sientan afirmados por ser consultados”, concluye el paper.

Pedir consejo también muestra la seriedad con la que nos tomamos un problema y la búsqueda de nuevas y mejores soluciones, revela una actitud de aprendizaje permanente muy requerida en los trabajos actuales.

Lorena Marino es autora del libro y la plataforma Crear Valor Juntos y acompaña a profesionales a través del mentoreo. A diferencia del coaching, que se centra en el ser, el mentoreo ( mentoring) trabaja sobre el desarrollo de las habilidades y competencias de las personas. Según Marino es un liderazgo a la par, si la persona fuera un río, el mentor es una orilla que va encausando y acompañando.

“A mi me gustan mucho las conversaciones o los feedback bidireccionales donde el enriquecimiento es mutuo. Puede ser de dos o más personas. Esto genera cercanía y acorta los procesos de aprendizajes. Los feedback son muy nutritivos pero hay un punto clave a tener en cuenta, la persona debe estar abierta a recibirlo”, dice Marino que prefiere más hablar de sugerencias que de consejos.

“Lo más importante es generar espacios de confianza y confidencialidad con la persona que uno está compartiendo esa sugerencia. Lo más rico de esos espacios, es que más allá de nuestra unicidad como persona, todos tenemos puntos de conexión aunque nuestras historias sean diferentes. Aquí es muy importante la empatía, la escucha activa, la compasión y la humildad para acompañar. La persona siente que no está sola, que a otras personas le paso lo mismo. El compartir las experiencias enriquece y da otras miradas. Funcionás como una caja de resonancia”, agrega.

Atenta a estos consejos ya agendé cinco reuniones con personas que respeto y admiro para enero para contar con su mirada sobre mis proyectos. Recuerdo del libro The Start up of You, del fundador de Linkedin Reid Hoffman, en el que aconseja pensar qué valor le aportamos nosotros a quienes les pedimos ayuda o consejo, así que trabajaré en eso, en ser clara con los consejos que necesito y en pensar qué valor puedo aportarle a mis generosos “asesores”.

Sonido recomendado para leer esta columna: “A little help from my friends”, The Beatles

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