Gerardo Díaz Beltrán (centro), presidente de CAME, con el diputado electo Ricardo Buryaile, directivos de CAME y el director del programa de Agronegocios de la FAUBA, Fernando Vilella
Más de 280 empresarios agroindustriales que forman parte de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) pidieron cambios en las políticas laborales, impositivas y energéticas que impulsen el desarrollo de las economías regionales.
En un plenario organizado en la sede de la entidad, en Buenos Aires, dijeron que esos cambios deben incluir “políticas laborales (que faciliten la contratación), un régimen tributario capaz de diferenciar por tamaño de empresa y región, incentivos a la inversión, extensión del Mínimo No Imponible a más actividades productivas, compensación de combustible para bajar el costo del flete, costos energéticos, retenciones y mayores reintegros a la exportación”, entre otros temas.
Además, pidieron la “suspensión del impuesto al cheque, un Plan de Conectividad para zonas rurales tendiente a federalizar el acceso a Internet, y la seguridad alimentaria como política de Estado”.
En el encuentro participó el exministro de Agroindustria y actual diputado nacional electo por Formosa, Ricardo Buryaile. Su presencia sirvió para pedir la formación de un fondo anticíclico para las economías regionales, similar al que se constituyó durante su gestión en el gobierno de Macri.
Los dirigentes de las pymes agroindustriales de CAME advirtieron que la actividad tiene su cadena de pagos en problemas, costos en alza y caída de ventas. En ese contexto, solicitaron financiamiento a tasas razonables. “El aporte al tesoro nacional por parte de las economías regionales es de $520 millones este año en derechos de exportación, por eso resulta fundamental que el sistema productivo tenga crédito para poder seguir movilizando la economía”, dijo el presidente de CAME, Gerardo Díaz Beltrán. Y enfatizó: “a diferencia de lo que sucede en otros sectores, el productor que gana dinero inmediatamente vuelve a volcarlo a su producción, reinvierte y arriesga”.
En alusión al próximo gobierno, el presidente de CAME destacó: “Agregar valor en origen a los productos primarios supone adoptar una mirada integradora, promoviendo la sinergia entre campo e industria”.
Por su parte, el presidente de la comisión de Economías Regionales, Eduardo Rodríguez, opinó que “el gran desafío de Argentina es poder insertarse inteligentemente en el mundo con agroalimentos”.
No obstante, en el plenario también se puso énfasis en destacar el papel de las pymes de agroalimentos en el mercado interno. Al respecto, propusieron una política de “precios jutos o de equilibrio” que ampare al productor, un observatorio de precios para ” para mitigar y desalentar conductas anticompetitivas”, y lograr que haya “menos intermediarios” entre productores y consumidores.
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