La Mesa de Enlace sigue con atención las movilizaciones de productores Crédito: Apronor
Tensar la cuerda o acercar posiciones. Estas parecen ser las opciones con las que se debate la dirigencia rural frente al Gobierno. El malestar que provocó el incremento de los derechos de exportación, que para la Casa Rosada es actualización ya que los valores en pesos no se modificaron tras la devaluación post-PASO, más la potestad que el Congreso le dio al Ejecutivo de aumentarlos en tres puntos porcentuales, se replicó en una serie de reuniones y asambleas de productores por distintos puntos de la región pampeana. Sin una coordinación nacional, en algunas se propuso un cese de comercialización de productos agropecuarios en rechazo a esas decisiones del Gobierno. La Mesa de Enlace, en tanto, por ahora escucha.
Aunque molestos por las decisiones del Gobierno, algunos dirigentes no quieren cruzar lanzas con el Gobierno. Creen que una parte de estas protestas son motorizadas por militantes hoy en la oposición y hace menos de un mes en el oficialismo. No tienen en claro cómo escaparle a la “grieta”, pero, al mismo tiempo, buscan dejarle en claro a la Casa Rosada que el campo no es una fuente inagotable de recursos.
El Gobierno, a su vez, no se quiere enfrentar con la Mesa de Enlace, pero no tiende puentes con la producción. Esto se comprobó en la ausencia de la dirigencia ruralista en la mesa de empresarios, sindicalistas y movimientos sociales que suscribió el documento “Compromiso argentino por el desarrollo y la solidaridad”. Las entidades dijeron que la convocatoria no fue hecha con el tiempo suficiente como para asistir. Una respuesta elegante para eludir los dardos de “las bases”. Eso sí, como en los viejos tiempos un ardid de la comunicación oficial hizo trascender que al encuentro habían asistido dirigentes de Federación Agraria Argentina. Los federados tuvieron que aclarar luego que ellos no estuvieron ese día en la Casa Rosada. Bastante tironeo interno tienen como para enfrentar uno externo.
En cambio, sí estuvieron dirigentes de entidades agroindustriales de la exportación de granos y oleaginosas, la molinería, la carne, la industria semillera y las cadenas. Nuevamente se abre una brecha con la producción.
Una brecha similar se vio en estos días cuando el presidente Alberto Fernández en un reportaje en radio Continental dijo que la cotización del dólar no tenía por qué influir en los costos de producción de la leche. Varios tamberos le salieron al cruce en las redes sociales con datos respecto de que al menos un 70% de costos del tambo tienen como referencia los precios en dólares de los insumos que utilizan (semillas para pasturas, agroquímicos, granos o sanidad, entre otros). Hubo quienes, con cierto grado de ironía, disculparon al Presidente por las declaraciones ya que todavía estaba vacante la Dirección Nacional de Lechería.
Más allá de eso, las teorías del desacople de precios internacionales de los locales, cuando se tradujeron en medidas de política económica, perjudicaron a la producción. Solo con la estabilidad de la economía, con inflación y tasas de interés similares a la mayoría de los países de la región, se podrá sortear esta falsa dicotomía.
En todos los rubros de la producción agropecuaria donde el mercado interno tiene una proporción importante, es crucial que se recupere el consumo. Aunque algunos ideólogos prefieran verlo de otra forma, no hay un “modelo agroexportador” excluyente que desconozca al mercado interno. Desde el punto de vista de quien produce, cuantas más opciones haya abiertas será mejor para llevar adelante distintos modelos. Son innumerables las historias de empresas exportadoras de alimentos que nacieron como pymes en el mercado interno.
Si el Gobierno cree que el agro es una fuente generadora de divisas no debería desperdiciar algunas señales positivas que se vieron en los últimos días. El anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que el 15 de este mes firmará con China la “fase uno” de un acuerdo comercial que pondría fin al enfrentamiento que comenzó en marzo de 2018 le dio impulso a los futuros de la soja en Chicago.
El escenario de “guerra comercial” entre las dos potencias, aunque terceros países puedan obtener ventajas ocasionales, no es favorable para la economía mundial. China se comprometió a aumentar la compra de productos agrícolas de Estados Unidos y se frenaron las amenazas de nuevas subas de aranceles
Otra señal positiva fue la lluvia en gran parte de la región pampeana de principios de semana que detuvo el daño que estaba provocando la escasez de precipitaciones de los últimos meses. La Guía Estratégica para el Agro (GEA), de la Bolsa de Comercio de Rosario, informó que la primavera pasada fue la más seca de los últimos nueve años. Las lluvias de Navidad y fin de año permitirán también mejorar la oferta de forraje y completar las siembras de la campaña gruesa con una perspectiva diferente de la imaginada unas semanas atrás.
Se verá, además, si en las próximas semanas la variable del riesgo político se comienza a despejar o se sigue agravando.
ADEMÁS