El productor busca asegurarse un cobro rápido Fuente: LA NACION – Crédito: Mauro V. Rizzi
Pagos al contado
Luego de los problemas de pago observados en BLD y en Vicentín, las ventas de los agricultores tienden al contado. “Vendo y quiero cobrar enseguida”, es la consigna de la hora y se prefiere sobre las entregas a fijar precio.
El fenómeno se está dando en la comercialización de trigo, pero rápidamente se trasladará a las ventas de granos gruesos. Particularmente, la venta de maíz será muy cuidadosa. Sucede que la producción está pendiente del clima y nadie se anima a adelantar el rinde final. “Los maíces tempranos están empezando a florecer, apenas superan el alambrado y se acartuchan por la tarde por la falta de agua; si no llueve rápido no tienen futuro”, adelanta un técnico santafesino.
Venta peligrosa
“Los maíces de septiembre están entrando en tiempo de descuento y los lotes con napa profunda tienen malas perspectivas”, anticipa. Se sabe: hay una ventana que comienza 20 días antes y finaliza 20 días después de la floración en la que la producción de maíz entra en riesgo si no llueve lo suficiente.
Si se transita mal ese periodo “no hay que descartar la posibilidad de picado para alimentación de la hacienda o media cosecha”, conjetura el asesor. En tanto, los últimos pronósticos climáticos no son muy alentadores: dan posibilidades de lluvias regulares o escasas en las próximas semanas, en vez de los 80-100 milímetros que deberían caer de golpe para que las plantas salgan del modo defensivo.
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