Un ataque argentino generó malestar en el equipo de Lionel Scaloni porque Nicolás González cayó en el área después de un supuesto manotazo de un jugador de Uruguay. La jugada siguió y al salir la pelota al lateral hubo futbolistas que le reclamaron al referí, Wilmar Roldán, por esa situación, ya que el atacante de la Fiorentina seguía en el piso. Entonces, el charrúa Mathías Olivera le reclamó a Rodrigo de Paul, y se generó una discusión que incluyó gritos, empujones y hasta un manotazo del defensor del Napoli que no llegó a destino. Mientras, Alexis Mac Allister trataba de se parar.
Ahí se metió Lionel Messi, quien apoyó una mano sobre el del uruguayo, en una reacción que no fue de violencia pero sí contundente. Además, Ugarte provocó a De Paul con un gesto con la mano en el que además se señalaba la boca. Roldán se acercó a Olivera y le dijo: “No va más”. Lo que resultó absurdo fue que el referí colombiano ni siquiera sacó una amonestación, ya que los excesos fueron evidentes.