Volaron las chispas por el aire en el Etihad Stadium. El Manchester City le ganó 4-1 al Arsenal y se quedó con una final por la Premier League: los de Pep Guardiola, con dos partidos menos, quedaron a apenas dos puntos de los Gunners, que son los líderes del torneo. Como era de esperarse, el partido se jugó con pierna fuerte y tuvo varios encontronazos.
Uno de los choques más picantes de la noche fue el que protagonizaron Jack Grealish y Thomas Partey. Iban 74 minutos, cuando el talentoso volante inglés le hizo una falta desde atrás al ghanés, que explotó de bronca y lo fue a buscar. Enfurecido, el ex Atlético Madrid encaró y empujó a su rival, que no se quedó atrás.
Lejos de intimidarse, Grealish reaccionó con más violencia todavía: además de decirle de todo a Partey, lo tomó del cuello de la camiseta y recién lo soltó cuando jugadores de ambos planteles entraron a separar la pelea que se estaba armando en la mitad de la cancha.