Que un hincha ingrese a una cancha en pleno partido y sea perseguido por un oficial de seguridad, casi no llama la atención. De hecho, Lionel Messi vivió varias veces ese tipo de episodios. Pero lo que ocurrió durante el empate 1 a 1 entre Nantes y Olympique de Marsella, por la cuarta fecha de la Ligue 1, tuvo una situación insólita: el árbitro Ruddy Boquet no paró el juego mientras el local atacaba y el invasor y su perseguidor estaban en el área visitante.
Luego, mientras el invasor era detenido detrás de la raya de fondo, Boquet anuló todo. Reglamentariamente, no podría haber convalido un gol en una situación así.
En el Olympique de Marsella debutó Joaquín Correa, comprado al Inter de Milán. El técnico, Marcelino García Toral, lo reemplazó a los 19 minutos del segundo tiempo. En tanto, Leonardo Balerdi, que no fue convocado por Lionel Scaloni, fue suplente.
El Olympique ganaba de arranque con gol del senegalés Sarr. A los nueve minutos del primer tiempo, el Nantes sufrió la expulsión de Meupiyou. Pero empató el partido a través de Mostafa Mohamed.
