Apareció él. En el momento más caliente después de los silbidos de sus propios hinchas, del pedido del técnico a los jugadores de que pongan más y de la visita del presidente a la práctica. Lionel Messi salió a jugar con el PSG y fue quien anotó el 1-0 y asistió en el segundo para un triunfo 2-0 ante el Niza como visitante. Tres puntos fundamentales para volver a ganar y tomar ventaja de seis puntos de ventaja pensando en ganar la Ligue 1.
Ese grito significó cortar la sequía del PSG que venía de quedar en cero en dos partidos. Y, a partir de ahí, el rosarino manejó los tiempos y buscó generar más peligro. Lo iba a conseguir después de la media hora del segundo tiempo y de sufrir. De un tiro de esquina perfectamente ejecutado del rosarino, llegó el salto y el cabezazo de Sergio Ramos para el 2-0 que liquidó todo. La asistencia N° 14 en esta Ligue 1 y la 18 en toda la campaña.
Sí, Messi fue el hombre decisivo e incluso pudo haber tenido otro pase gol porque le dejo el tercero servido a Mbappé sin arquero, pero el francés de flojísimo partido lo tiró por encima del travesaño. Eso no empañó un gran partido de Lionel que, con este grito, llegó a 702 goles en clubes en Europa (672 en Barcelona 30 en PSG) y superó los 701 que tenía Cristiano Ronaldo. Ahora, nadie hizo más goles que él en el Viejo Continente.