Las 5 decisiones que le reprochan a Hugo Ibarra

Hay preocupación en Boca. Ese es el concepto general a tres semanas del inicio de la Libertadores. Hay preocupación por el rendimiento del equipo, porque para colmo Hugo Ibarra reconoció que a pocos días de volver a jugar la Copa todavía no tiene un 11 claro, porque el Consejo de Juan Román Riquelme -por ahora- lo banca al DT, pero ven que de momento no hay respuestas dentro de la cancha y por supuesto que hay preocupación porque varios hinchas (como así también lo dejó claro el Pato Abbondanzieri) creen que si no cambia la mano al Xeneize se le va a complicar incluso la fase de grupos…

“Se dan partidos muy buenos jugando con tres delanteros como con Patronato y otro tipo de partidos donde el rival lo plantea diferente y ahí nos cuesta un poquito más. Debemos seguir mejorando”, dio sus por qué el DT de Boca, que mantuvo el 4-3-3 ante Defensa (empató) y Banfield (perdió), y en ambos caso la apuesta le salió mal porque el mediocampo sigue desbalanceado, porque Frank Fabra queda descubierto sin un apoyo por delante y porque la pelota no le llega a Darío Benedetto o al 9 de turno. De hecho, el equipo reaccionó justamente en los segundos tiempos cuando Ibarra reacomodó el equipo con los esquemas que le fueron fieles en el torneo.

El caso de Luca Langoni, mientras tanto, es una muestra clara que la decisión de Ibarra con el 4-3-3 no fue (o no es) buena. ¿Por qué? Porque con el fin de hacerle lugar a Sebastián Villa en el 11, el técnico ubica al chico el extremo derecho cuando en realidad se siente muchísimo más cómodo arrancando de más atrás, tal como se vio las veces que el propio DT lo reacomodó ante el Halcón y el Taladro y se vio la mejor versión del pibe que hizo siete goles el torneo pasado y fue clave para la obtención del título.

Y como una cosa lleva a la otra, hay una mala decisión del entrenador de 48 años que se entrelaza y repercute en la siguiente: el hecho de seguir manteniendo a jugadores con muy bajo nivel como Fabra (aunque en un partido probó con Agustín Sandez), Pol Fernández (el caso del capitán de Boca es el más notorio de todos), Alan Varela y Villa, hace que otros no tengan la chance de estar. Y ahí entra en escena Equi Fernández…

No poner al volante que volvió de Tigre (y que había cumplido una fecha de sanción), por más que contra Talleres se metió un gol en contra y se hizo expulsar ante Vélez, no le salió gratis a Ibarra. Primero porque Varela y Pol siguen muy flojos en el mediocampo y lo dejaron nuevamente en evidencia en el Sur; y segundo porque el propio Equi expuso con su rendimiento la (otra mala) decisión del DT. Cada vez que ingresó, hasta ahora, fue revulsivo, ordenó las marcas y a sus compañeros, y empujó al equipo como pasó frente a Banfield.

Y finalmente, la última decisión polémica de Ibarra tiene que ver con el pasado, pero también con el futuro inmediato. Desde que arrancó el torneo, cambió siempre: en las primeras tres fechas jugó con un equipo al que bancó pese a los resultados (una victoria, un empate y una derrota), en las siguientes dos volvió a meter mano (un par de triunfos) y en las últimos dos pasó lo mismo (un empate y una derrota). Entonces, ¿qué hará ahora? ¿Va a variar otra vez? ¿Mantendrá el equipo?