El lateral derecho, una falencia crónica del ciclo Demichelis

La apuesta de Demichelis por Simón en esa posición no le dio resultado porque el pibe de 21 años tiene condiciones ofensivas y muestra reiteradas limitaciones en la marca. Le había pasado en los dos goles de Huracán en la caída contra el Globo en el Monumental y se repitió con el picante Campaz en el primer tiempo contra Central en cada gambeta o aceleración del colombiano por el sector que el juvenil debía custodiar. Encima, la supuesta alternativa con mejores condiciones para la marca, Herrera, tampoco pudo frenar al zurdo de 23 años que fue citado a la selección Colombia.

Está claro que el entrenador no cuenta con una solución en el corto plazo para ese puesto. Porque Casco perdió ese lugar que había ocupado en el River campeón de la LPF por su flojo nivel, principalmente en la serie de octavos de Copa Libertadores contra Inter de Porto Alegre, y porque Demichelis ni quiera ha probado las variantes de Mammana o Paulo Díaz como laterales por derecha, un función que tanto el chileno (en la selección de su país) como el zaguero formado en Núñez han cumplido en varias ocasiones.

Tampoco el deté le dio la chance al refuerzo uruguayo Sebastián Boselli, primer marcador central por naturaleza pero con virtudes tácticas como para adaptarse a defender pegado a la raya. Incluso, Demichelis utilizó ahí a Robert Rojas en el primer semestre, aunque el paraguayo nunca lo convenció (de hecho el Sicario fue cedido a Tigre) porque Demichelis pretende un lateral con profundidad y precisión en ataque, una tarea que Simón cumple muy bien pero que no complementa con su labor defensiva.

El correntino se había presentado como la solución a ese déficit de River a partir de su rendimiento en el superclásico en la Bombonera. Sin embargo, Herrera volvió a flaquear en la marca en el segundo tiempo ante Central, cuando justamente reemplazó a a Simón en el entretiempo con la misión de anular a Campaz y el atrevido zurdo fue aún más imparable. Entonces, es evidente que Demichelis necesita resolver este problema para encarar la fase definitoria de la Copa LPF y, a la vez, proyectar una solución para el 2024, seguramente con un refuerzo de categoría.

Con Herrera y Casco como laterales en el 11 inicial, River obtuvo los mejores resultados del semestre: sumó dos triunfos y un empate (77,7%). La particularidad de este tándem es que todos los partidos que jugó (los únicos del ex San Lorenzo en la segunda mitad del año) fueron consecutivos: apareció sorpresivamente en el superclásico de la séptima fecha (2-0 en la Bombonera), se ganó el derecho a estar siete días después en el 1-0 a Talleres en el Monumental y repitió en el 2-2 con Colón. Aunque en el Gigante de Arroyito quedó claro que el Yacaré tampoco es una garantía en la marca.