Delfina, la alcanzapelotas de River: por qué no vio el gol y qué sueña con el Monumental

Lo que sigue es conocido: el Millo llegó al único tanto del partido y se terminó quedando con los tres puntos. Y sigue siendo líder en soledad de la Liga Profesional. Pero la acción de Delfina no fue casual, dado que formaba parte de una serie de instrucciones que desde River le dieron a los alcanzapelotas en la previa al encuentro. Y durante el después, claro, llegaron los elogios.

“Ellos (los alcanzapelotas) juegan un rol importante porque para mí el fútbol es eso: una suma de detalles positivos o negativos que después influyen para bien o para mal. Es para destacar lo que hace la institución con ellos, con los chicos y chicas del club”, expresó en conferencia de prensa Martín Demichelis, quien luego se encontró con Delfina en los pasillos del Monumental y se sacó una foto con todo el grupo de alcanzapelotas.

Consultado por la jugada en particular del gol, el DT continuó: “Hoy le tocó a Delfina cumplir un detalle importante dentro de lo que fueron los 95 minutos. La felicité y me saqué una foto con los chicos”.

“La chica se lleva todos los méritos, estuvo muy atenta. A veces los alcanzapelotas son muy importantes y tienen que estar atentos. Ella estuvo muy bien y alcanzó la pelota rápido”, añadió Nacho Fernández, el goleador de la noche.

Delfina Lombardi forma parte de la Reserva del femenino de River y era su primera vez como alcanzapelotas en un partido de Primera. Oriunda de Bahía Blanca, vive con su hermano en Buenos Aires y va todos los días a entrenar y al colegio, aunque su sueño es claro: jugar en un Monumental lleno como el de este viernes.

“Es la primera vez que vengo de alcanzapelotas. Es algo muy lindo y emocionante estar dentro de la cancha, fue muy lindo haber aportado mi granito de arena en el pase del gol. Fue un golazo, justo estaba de espaldas porque me fui a buscar otra pelota y no lo vi completo”, dijo la joven en diálogo con ESPN.

Sobre su historia personal y sus sueños, agregó: “Mi familia está en Bahía, vivo con mi hermano en Buenos Aires. Vengo todos los días a entrenar y al colegio. Es hermoso pensar que quizá algún día juegue en esta cancha, el fútbol femenino está creciendo muchísimo y sé que algún día la vamos a llenar“.