Los dos días de descanso que Mariano Herrón le dio libre al plantel de Boca (con la particularidad de haberlos hecho trabajar el día siguiente de la victoria ante Newell’s) ponen en contexto los últimos meses de un equipo que jugó mucho y frenó poco. Vale la pena, entonces, analizar cuánto y con qué intensidad compitió el conjunto xeneize para necesitar un freno a días del trascendental partido ante Estudiantes por la semifinal de Copa Argentina.
Si bien hubo semanas en las que la doble competencia obligó a no frenar ni un día, habitualmente los jugadores de Boca sí gozaron de una jornada libre luego de jugar y manteniendo entre dos y tres dias más de entrenamientos antes del siguiente encuentro.
Claro que con la carga de cansancio y hasta emocional de semejante ritmo, resulta hasta necesario parar al menos por 24 horas. Y por eso, el objetivo del nuevo cuerpo técnico (en el cual se mantiene Alejandro Blanco, uno de los profes del anterior) es ayudar a relajar un poco la mente para lo que viene.
La última vez que esto se dio en Boca fue con Jorge Almirón, también durante una fecha de eliminatorias y en la previa de un partido por Copa Argentina. Fue en los primeros días de septiembre, tras perder en la Bombonera con Tigre y regresando al trabajo directamente el miércoles anterior al partido del domingo ante Almagro en La Rioja.
Llegada de Boca al predio Ezeiza luego la derrota frente a Fluminense .foto MARCELO CARROLL – FTP CLARIN CAR06826_1.JPG Z
Antes, el DT había decidido unas mini vacaciones luego de ganarle a Nacional y pasar a cuartos de la Libertadores, y a días de debutar en la Copa de la Liga: aquella vez fueron cinco días de descanso desde la noche del miércoles para volver al trabajo recién el martes siguiente.
El posteo de Almirón en sus redes sociales luego de presentar su renuncia en Boca.El promedio
“En estos siete meses jugamos un promedio de un partido cada cuatro días”, fue una de las frases elegidas por Almirón en su mensaje despedida de Boca a través de su cuenta de Instagram (antes de ser “jaqueada”), haciendo referencia al indiscutible poco tiempo de descanso del plantel que comandó hasta llegar a la final de la Copa Libertadores.
En Río de Janeiro, Boca se entrenó en el predio de Vasco da Gama (Image: Fernando de la Orden)Boca lleva jugados en este 2023 (incluidos amistosos) 60 partidos en los 300 días que van desde aquella final ante Racing en Abu Dhabi hasta el próximo jueves, día de regreso del plantel al trabajo. Esto da un promedio exacto de un partido cada cinco días calendarios.
En el semestre pasaron exactos 90 días y se jugaron 20 partidos desde ese martes 15 de agosto post mini descanso hasta la práctica regenerativa del último lunes, bajando el promedio a un encuentro cada 4,5 días transcurridos.
Racing – 14-11-2023
El resumen de la final ganada por Racing
Y en el ciclo completo del anterior entrenador (desde su asunción el 11 de abril y hasta su renuncia el domingo 5 de noviembre al regresar de Río de Janeiro), estuvo más cerca del promedio anual que del más intenso de los últimos meses: fueron 43 partidos en 208 días, lo que da un promedio de 4,83 jornadas por cada encuentro disputado.
Hay finales, y finales
Claro, cada semana fue diferente y la carga de los distintos partidos también. Porque aunque en Boca se consideren todas finales, hay algunas que realmente lo son. Una de ellas es la que se avecina ante el Pincha. Y por eso la estrategia apunta a llegar lo mejor posible, en todo sentido.
