Las días previos a un superclásico siempre requieren una atención especial. Cualquier lesión, cualquier malestar, cualquier dolencia, toma otra trascendencia. Y eso sucedió con Marcos Rojo en la práctica de este miércoles. El capitán no pudo terminar el entrenamiento por una molestia muscular, que viene de arrastre. Y generó una primera alerta en Boca.
A favor: la molestia de Rojo no es en el soleo derecho, donde sufrió un desgarro que lo dejó afuera seis partidos. Esta nueva dolencia, si bien no fue especificada con ningún parte médico, es en otra zona y este miércoles no lo dejó entrenarse con normalidad. Igual, su salida de la práctica fue por precaución. Recién este jueves será probado para ver cómo responde, en la práctica que definirá el equipo.

Benedetto y Fabra son fijas. Briasco pelea un lugar, Rolón sale y Rojo está en duda. (Prensa Boca)
La presencia o no de Rojo en el equipo puede modificar sustancialmente el esquema para enfrentar a River. Porque sin el capitán en cancha, la opción de línea de cinco quedaría desactivada. Si no se repone de la dolencia y este jueves no pasa la prueba física, Zambrano jugaría por él y así haría dupla con Figal. De ese modo, Advíncula se metería por Roncaglia, para armar una línea de cuatro tradicional.